La Institucionalización, la Comunicación y la Transformación son tres conceptos interrelacionados que desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento y desarrollo de las empresas familiares.
La Institucionalización se refiere al proceso mediante el cual las normas, valores y prácticas de una organización se establecen y se arraigan en su estructura y cultura. Implica la creación de sistemas y procedimientos formales que aseguran la coherencia, la eficiencia y la continuidad en las operaciones.
La comunicación es el proceso de intercambio de información entre individuos o grupos. En el contexto organizacional, la comunicación efectiva es esencial para coordinar actividades, tomar decisiones, construir relaciones y lograr los objetivos y su importancia radica en que facilita la coordinación de tareas y la colaboración entre diferentes áreas de la organización. Proporciona la información necesaria para tomar decisiones informadas. Fomenta la motivación y el compromiso de los empleados, entre otros beneficios y coadyuba a romper con las actitudes del “yo siempre lo he hecho así, porque cambiar”.