Aunque dichos conceptos se manejan como sinónimos, en la realidad, tenemos que el Derecho corporativo se centra en la estructura interna de las empresas, su organización y funcionamiento; incluyendo desde su estructura interna, su organización y funcionamiento, regulando la relación entre ellas con sus accionistas y administradores, etc.
Por otro lado, tenemos que el derecho empresarial, es un concepto mucho más amplio que incluye al derecho corporativo, pero además todas aquellas normas legales que afectas su actividad, tales como el derecho laboral, derecho fiscal, derecho de competencia, etc.
Ambas áreas son fundamentales para el correcto funcionamiento de las empresas, ya que les proporcionan el marco legal necesario para operar de manera segura y eficiente y por ello, es de vital importancia que las empresas familiares se aseguren de contar con una asesoría especializada por parte de un abogado con buena experiencia y orientado a resultados.